El famoso, esperado y
único debate entre los líderes del PP, Mariano Rajoy, y del PSOE, Alfredo Pérez
Rubalcaba, emitido por la Academia de la Televisión dio mucho que hablar a todo
el espectador.
Uno de los casos a
destacar es el repetitivo “Señor Rodríguez... digo Pérez Rubalcaba" que pronunció Rajoy en dos ocasiones. Hay quienes piensan
que fue intencionado, como asegura el PP, y otro que creen que fue una
equivocación de bulto, como es el caso del PSOE. Según mi opinión, pienso que
no hay que ser muy listo para saber que fue claramente intencionado,
simplemente fue un truco de equivocar el nombre del oponente para identificarlo
con el actual presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Aquellos
que crean que fue un fallo sin intencionar, están claramente equivocados, pues
sería muy torpe cometer el mismo fallo “tan tonto” varias veces. Lo que Rajoy quiso provocar con esta táctica
de confusión a breve, hace que la gente pueda ver a un Zapatero en el interior
del candidato socialista.
Rubalcaba no dejó de
generar preguntas a Rajoy, quién las esquivaba dado que el candidato
socialista formulaba las mismas preguntas pero con diferentes términos. En un
momento dado, el candidato socialista le recriminó a Rajoy que no contestara a
sus preguntas sencillamente porque la respuesta “no está en sus fichas”.
Por otro lado, el
objetivo que tenía el candidato socialista se vio muy claro, este propósito no
era más que romper la estrategia que tenía Rajoy en estos últimos años. Es por
esto por lo que Rubalcaba no dejó de atacar a su rival, sobre manera en el tema
de la Sanidad y Educación, echándole en cara al líder Popular que “con ustedes la sanidad y la
educación pública no está garantizada”. ¿Qué otra cosa podría hacer? si
hasta él mismo sabe que le resultará muy difícil, por no decir imposible, ganar
las próximas elecciones del 20-N. Es por esto por lo que habló de su rival cómo
si diese por hecho que va a ganar las elecciones: “le voy a decir lo que va a hacer
usted, usted va a rebajar el seguro del desempleo”. Con esto Rubalcaba trató de
demostrar a los espectadores que el líder del PP tiene un programa oculto.
En cuanto a un tema no
político, cabe destacar las magníficas capas de maquillaje que llevaban los dos
candidatos a la presidencia del Gobierno. Había momentos del debate en los que
el telespectador era incapaz de dejar pasar desapercibido mirarles el
maquillaje tan destacado y llamativo de ambos políticos, incluyendo al
presentador del debate, Manuel Campo Vidal.
En último lugar,
quisiera mencionar la falta de respeto que tuvo el líder socialista, pues
interrumpió varias veces a su contrincante cuando era su turno, quién le
tranquilizó: “Déjeme hablar.
No le van tan mal el debate, no se ponga nervioso". En una ocasión tuvo que intervenir el
presentador del debate, quien mandó callar Rubalcaba e insistiendo que era el
turno de Rajoy. En un último lugar, el presentador Manuel Campo en un intento
de poner fin al debate le resultó imposible despedirse dado que Rubalcaba no
dejaba de hablar y atacar a su rival,incluso habiendo sido mandado callar.
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